AMANTES DEL CAMPO

viernes, 9 de enero de 2015

RENOVACIÓN DE SEMILLAS


Llevo un par de años que tengo abandonado el huerto en el Cortijo, sobre todo el huerto de verano que es el que más me gusta, pero este año me he vuelto a animar.

En estos últimos años he ido adquiriendo semillas agrícolas tradicionales que han enriquecido mi banco de semillas.Me ocupan ya una vitrina enorme. Para la conservación óptima de las semillas precisan de unas infraestructuras de las cuales no poseo; por ejemplo, que estén carentes de humedad, a una temperatura entre 4 y 6 grados máximo, fuera del alcance de la luz, etc.

La fecundidad de las semillas se va perdiendo con el tiempo y si, para colmo, no tienes un lugar que reúna dichas condiciones, pues esa fertilidad se pierde más rápidamente.      

Cual es la solución ante este inconveniente, pues volver a resembrarlas y obtener nuevas semillas, así las que se obtengan volverán a tener una nueva longevidad.

Los semilleros (las eras, las almácigas) se echan en esta zona por la Pascua; osea, por Navidad y para febrero o marzo ya se disponen de plantas tempranas, que en los tiempos que estamos son vitales para cultivar sobre todo tomates al aire libre. Como el tiempo está fresco por las noches, he levantado un invernaderillo enfrente del horno y ahí he colocado las jardineras con las semillas, de esta manera les evitamos a las plantitas el rocío de la noche y al mismo tiempo acelera su brote y crecimiento. En ese mismo espacio tengo el plantero de mangos que eché después del verano pasado para resembrar el primero y tercer bancal y colocaré también algunos en la hoya.


La tierra que he utilizado para las semillas la he obtenido de la descomposición de las chumberas (que aporta mucha materia orgánica) que esponja mucho la tierra y la he mezclado con estiércol de caballo curado, lo que le da calor al tiempo que nutre las plantitas cuando salgan, y en la parte superior las entierro en mantillo muy bien desecho. Luego hay que mantener la tierra siempre húmeda y a esperar que salgan.

Este año he echado 10 variedades de tomates diferentes: de pera, de racimo, cherrys, rosados, corazón de toro, etc. Soy consciente que al no disponer de una distancia de seguridad suficiente se producirán cruces de polen y la mayoría de los frutos no serán puros, pero de aquellos que se asemejen lo más posible al original guardaré de nuevo semillas para años posteriores. Otra cuestión también sería que con el tiempo obtendríamos nuevas variedades adaptadas a nuestra zona.

Con los pimientos me ha pasado igual. He sembrado (ya por tercer año consecutivo) pimiento de asar largo de Dehesas de Guadix, también pimiento choricero de Tíjola en Almería, de los pimientos que me mandó Luis Cañavate, pimientos dulcillos de Castañares de Rioja, pimientos del piquillo y del padrón.

Y como me gustan mucho los picantes pues he sembrado de tres variedades: guindillas vascas, riojanas (que son muy parecidas) y alegrías riojanas (que pican como el demonio).

Hay que tener la precaución a la hora de sembrar los picantes de que sean al final del riego y que no tengan contacto las aguas con otras variedades de pimientos ya que los picarían también, al igual que con el cruce de polen.

He preparado también el primer bancal, a continuación de donde tengo las habas para sembrar las patatas. En esta tierra se pueden sembrar papas en cualquier época del año, menos en verano, así que para el mes que viene sembraré un saquillo de patatas spuntas (de la punta, como se dice aquí).

También sobre el mes de marzo sembraré, directamente en la tierra, los zapallitos de tronco, los calabacienes y algunas plantas de maíz rosetero. Quiero sembrar también esponjas (lufa) y calabazas.

Respecto al injerto tardío en mangos hice una prueba en octubre he de comentar que no ha dado resultado positivo. A pesar de que las púas eran buenas, el movimiento de la savia ya era muy lento y no han seguido hacia adelante, solamente un 10 % han agarrado. Consulté con el amigo Dioni, el técnico agrícola de la Finca de El Zahorí de Almuñécar y me aconsejó que los tapara con bolsas de papel, pero que no tuviera muchas esperanzas, y efectivamente, no ha salido bien el experimento (la naturaleza es muy sabia y no se pueden alterar sus ciclos ni sus ritmos). Lo volveré a intentar desde junio y como máximo hasta agosto-primeros de septiembre y seguro que no falla ningún injerto.