¡Por fin ha llovido! Llevamos demasiado tiempo esperando las tan ansiadas lluvias que las hemos recibido con alegría e ilusión en este nuevo año hidrológico recién comenzado.
Ayer jueves 27 de septiembre recogimos 10 l/m2. Vinieron muy bien para la huerta, pero sabíamos que eran insuficientes para lo que necesitaban los árboles. Los chirimoyos están a punto de comenzar su producción y los aguacates necesitaban de este agua para seguir engordando.
Pero hoy sí que ha llovido y, aunque con mucha fuerza por momentos, no ha hecho nada de daño en nuestra tierra, en Almuñécar. He recogido otros 65 l/m2 más, repartidos desde las 9 de la mañana hasta las 4 de la tarde. Ha habido momentos en los que parecía que se caía el cielo encima nuestro, con viento, truenos y relámpagos, pero menos mal que ha durado poco, mucha gente se ha acordado de aquel 21 de septiembre del año 2008 cuando sufrimos las inundaciones en Almuñécar. Pero no, la lluvia que ha caído ha sido finalmente una bendición, esta tarde estaba el campo con otro color, mostrando las plantas un aspecto estupendo.
Tengo el blog un poco abandonado, ya que llevo una temporada muy liada con el trabajo, aunque eso no quita que en estos días haya sembrado unos poquitos puerros, brócolis, lechugas, escarolas y, por supuesto, los tomates de invierno.
Será el próximo mes cuando las plantas de mi semillero estén a punto y haré la siembra casi definitiva del huerto de otoño-invierno.
En estos días tengo que preparar también la tierra para las habas, este año las sembraré en el segundo bancal, en la mitad más lejana al Cortijo.
La patatas ya están saliendo (han tardado más de la cuenta, pero bueno, ya se verá como evolucionan), ya asoman los brotes en la mayor parte de los surcos y, aunque tengo mucha juncia, espero que esta no le afecte a su crecimiento (con la juncia no se lo que hacer, cada año se multiplica más y lo está invadiendo todo).
Las berenjenas de Paco de Ronda siguen produciendo abundantemente, al igual que los pimientos del terreno.
Por su parte en las cebollas de simiente ya se ven los tallos nuevos, muchos de ellos nos comeremos como cebolletas (aquí se llaman cebollas escalonas), otros los dejaremos para que salga la flor con sus semillas.
Buena noticia la de la lluvia,hacía demasiado tiempo que no llovía.!!!
ResponderEliminarAquí estoy otra vez, desde EL TERRAO (Badajoz). He de decirte que EL TERRAO es el nombre de nuestro campo, no el de un pueblo de Badajoz.
El campo está muy cerca de la ciudad y vivimos en él campo pero nuestro trabajo los tenemos en Badajoz(somos "profes", maestros para más señas).
Algún día, cuando tengas un ratito,me vas a contar eso de los tomates que siembras en estas fechas.¡¡¡Me he quedado sorprendida!!!
De todas maneras seguiré la evolución de éstos a través del blog.
Espero tener pronto noticias tuyas.
Un abrazo desde EL TERRAO (Badajoz)
¡Ajá! Pues me encanta el nombre de vuestro campo, EL TERRAO, buena elección.
EliminarYo también me dedico a la enseñanza y tenemos nuestra finca también muy cerca de Almuñécar, a unos 3 km., aunque no vivimos en ella. Se llama "Cortijo San José" y lo solemos alquilar también como alojamiento rural.
La mayoría del terreno lo tenemos sembrado de chirimoyos, mangos y aguacates, aunque también tenemos plantas de frutales autóctonos: ciruelos, perales, caquis, melocotones, higos, etc.
Pero lo que más disfrutamos es, sin lugar a dudas, los cultivos del huerto. El clima que disfrutamos por estas tierras nos permite sembrar casi todo tipo de cultivos en cualquier época del año. Es lo que ocurre con unos tomates, llamados aquí "negritos", que se pueden sembrar al aire libre en las laderas bien soleadas. Son tomates que se vienen en invierno, cuando los únicos tomates que hay en el mercado proceden de invernaderos. Son tomates muy sabrosos y muy apreciados, no se suelen encañar, sino que se dejan rastreros aprovechando el desnivel de las laderas. No se riegan ya que las lluvias del otoño e invierno suelen ser suficientes.
Saludos y seguimos en contacto.