
Para estas fechas todos los años ya tenía yo sembrado mi cebollino. Este año el 9 de septiembre eché semillas autóctonas de cebollas moradas y blancas, que eran las que tenía empeño en sembrar. Pero lo tallitos del cebollino no han alcanzado todavía el grosor suficiente como para pasarlos a tierra y habrá que esperar al mes que viene para poder sembrarlas. Este aspecto lo tendré que tener en cuenta para el año que viene y adelantaré los semilleros al mes de agosto, para que para octubre estén las plantas listas para sembrarlas.

Desde hace un par de unos años le estoy comprando a un agricultor de Motril las plantas de cebollino que él mismo cría de sus propias plantas. Al retrasarse mi cultivo del semillero, le he vuelto a comprar un par de manojos (de 80-90 plantas cada uno) porque me podía el ansia de tener la tierra esperando al cebollino. Son cebollas babosas, extraordinarias de sabor y que pueden alcanzar un calibre considerable.

Lo primero que hago con el cebollino es cortarle las puntas, cuando las raíces son muy largas también se las corto un poco. Con ello provocamos el nacimiento de nuevos tallos y ayuda a que las plantas agarren sin problemas.

Luego las distribuyo en la tierra, las voy colocando de dos en dos en el lomo del surco y cuando están todas colocadas las comienzo a sembrar. Suelo dejar unos 10 cm de distancia entra planta y planta, lo suficiente para poder luego hacer las labores que precisen.
Si la tierra no tiene humedad es conveniente, después de sembrarlas, echarles un poquito de agua. Yo en este caso no las he regado porque ayer por la tarde cayeron 27 l/m2 y estaba la tierra chorreando.
Ya solamente hay que escardar y regar cuando lo precise. Para febrero empezaremos a consumir las primeras cebolletas.

Por cierto, llevamos un mes de noviembre estupendo, en cuanto a lluvias se refiere. Ya llevo contabilizados en el Cortijo 210'5 l/m2. Si sigue el año así volverán a llenarse los acuíferos y tendremos reservas para cuando no llueva.
Cambiando de tema, las patatas están estupendas ya se han emparejado todas y han cerrado los surcos con sus matas. las lluvias de los últimos días les han venido muy bien. En cuanto se aclare el tiempo las sulfateré con cobre para que aguanten las rociadas y la humedad que estamos teniendo.


Dando una vuelta por la finca he comprobado que todos los injertos de mangos que he hecho este año han agarrado; que los aguacates han recibido las lluvias como un regalo y se les nota que han engordado; por su parte, las papayas de la próxima campaña están enormes y las guayabas de limón comienzan a dar abundante fruto.
Algunas matas de haba ya superan la cuarta de altura, estas de la fotografía son de hace unos días; ya prácticamente han salido todos los golpes y se ven las filas alineadas. Pronto tendré que labrarlas.