Al final del verano tenía la sensación de que íbamos a tener un otoño lluvioso. La formación de borrascas y ciclones al Este de las Azores, en latitudes relativamente bajas y la Circulación General Atmosférica que tomaban dichas borrascas me hacía concebir esperanzas de que tendríamos abundantes lluvias. Por supuesto, ni soy adivino, ni mis predicciones están basadas en método científico alguno. Es posible que ya esté derivando y mi comentario sea más producto de mis deseos de que lloviera que de ninguna otra prueba que los avale.
Me hace gracia, porque así se lo manifesté a mi vecina Elvira Tere y a su hijo Juanma y en estos días me lo han recordado. Dicen que me creen más a mí que al hombre del tiempo.
Pues bien, sí que podemos decir que tenemos una estación muy lluviosa. Yo he recogido ya en el Cortijo 325 l/m2, una cantidad extraordinaria, sobre todo, si lo comparamos con la media de nuestra zona que no suele superar los 450 litros anuales.
Salvo momentos puntuales, la madrugada del día 9 que estuvo cinco minutos granizando y el día 27 de octubre que durante un cuarto de hora cayó muy fuerte el agua, podemos decir que la lluvia que hemos tenido ha sido muy beneficiosa para nuestro campo.
Las patatas no han sufrido nada en absoluto, su tallos están verdes, fuertes y cubren totalmente la tierra. Las matas de berenjenas se quedaron peladas por arriba por el granizo, pero ya han vuelto a brotar hojas nuevas. Las acelgas, cebollino, escarolas, puerros, brócolis, lechugas, etc. no han sufrido nada, al contrario. Por su parte las habas han dado un estirón tremendo, el próximo fin de semana (si puedo), cuando se oree la tierra, tendré que darle una labor porque han crecido muchos ombliguitos.
Los aguacates con estas aguas se les ha visto engordar, también los brotes de los mangos han continuado creciendo, porque aunque haya llovido no ha hecho frío y he notado como sus brotes han crecido algo (ya mismo se pararán cuando se meta el frío).
Bueno, tengo pendiente sembrar más cebollino, puerros y lechugas, espero hacerlo el viernes próximo porque para el fin de semana es posible que vuelva a llover.
Mi compañero Franc me trajo de su tierra (Guájar Sierra) un tomate de su huerta, no sabe exactamente la variedad, pero tenía una pinta extraordinaria así que he sacado sus semillas y los he bautizado como los "tomates de Franc".
¿Quién sabe como se llama esta oruga? La he visto hoy mientras daba una vuelta por el campo, mediría unos 8-10 cm.
Bueno, ya me he informado y se trata de la esfinge calavera. Cuando está en su estado de polilla tiene un dibujo sobre su lomo que se asemeja a una calavera. No es peligrosa, ni pica, ni es venenosa, ni nada de nada, el caso es que tiene unos colores muy atractivos y un tamaño considerable que al principio causa un poco de respeto.
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