Llevaba unos días observando un comportamiento poco habitual en la gallinilla Sebrigth, siempre pegada al ponedero, cacareando más de la cuenta, me seguía a todos lados, etc. hasta que ayer me la encontré encima de los huevos de la puesta del día sin que se levantara.
Inmediatamente caí en la cuenta de que lo que estaba era clueca (en mi pueblo le dicen "llueca", parece ser que no es el término correcto, aunque suene mejor).
Cuando el amigo Mateo me la regaló hace tres años, venía con otra hermana suya y un precioso macho de cresta prominente. Pero las luchas de poder en el gallinero dejaron a la pobre gallinita huérfana y, aunque las más grandes la perseguían, ella daba buenos saltos, incluso hasta volaba, siendo una auténtica superviviente de la selección natural.
Y mira por donde se me pone "llueca". Pues descolgué la jaula redonda del macho de conejo y ahí la he instalado. La forré con una malla fina para evitar que los pollitos cuando nazcan se pudieran caer y en el suelo le coloqué un cartón fuerte. He aprovechado el mismo comedero de los conejos y le he llenado un recipiente con agua y, ya está.
Llamé a Mateo para ver cuántos huevos le colocaba, debido a su reducido tamaño, y me dijo que entre 4 o 5, que si le ponía más no los abarcaría y se podrían perder todo los huevos.
La casualidad quiso que esa misma tarde pasara por el Cortijo mi vecina Elvira Tere, mujer que lleva toda la vida viviendo en el campo y también del campo. Me dijo que le podía poner hasta 9, que los sacaría sin ningún problema, que estas gallinas mininas son las mejores para sacar polluelos. También me dijo que fueran impares, que si no, no salía ninguno.

Bueno, pues ni una cosa ni la otra, le he colocado finalmente 7 huevos y la he encerrado en su jaula, para que el resto de gallinas no la molesten, ni a ella ni a los pollitos cuando nazcan.
Al principio no se sentaba en el nido y me preocupó un poco, ¡con tanto jaleo veremos a ver si no se le ha pasado la fiebre! (pensé), pero cuando pasó un par de horas me asomé y vi que ya estaba empollando.
Los pollitos suelen tardar 21 días en nacer, así que para el día 21 precisamente de abril (ya que se los coloque el 1) tendremos nuestra siguiente generación de gallinas.

Por cierto ya he sembrado 18 plantas de pimientos de asar, de las semillas que me mandó el primo Juan de Dehesas de Guadix. No estaban muy grandes las plantas, pero a las alturas que estamos y sin sembrar ni un pimiento, pues aunque esté pequeñitos ahí están, que crezcan en la tierra.