Esta tarde nos hemos escapado Silvio y yo para darle un empujón al muro, bueno diremos para darle un avance (vayamos a que con el empujón se vuelva a caer).
Nos hemos centrado en la parte más delicada, en la curva de la entrada, así que vamos poco a poco alternando hierro, hormigón y probetas. Para esa tarea Silvio es único, tiene mucha paciencia para controlar el nivel, la inclinación, el ángulo que va decreciendo, etc.
Yo, como siempre, de peón: haciendo la mezcla, subiéndola por la cuesta, llevando probetas, alargándole las piedras que van en los pilares de hormigón, etc. Pero tampoco me mato.
Calculamos que en un par de días buenos podemos terminarlo. Seguramente este fin de semana, si no hay cambio de planes, colocaremos la última probeta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario