AMANTES DEL CAMPO

domingo, 5 de abril de 2015

HUERTO 2015

Un año más por estas fechas me surge la inquietud y el deseo de plantar un nuevo huerto.

En unas jornadas que estuve en Almería los días 16 y 17 de febrero nos regalaron los organizadores en la clausura un libro fantástico del siglo XIV. Nada más leer su título, "Tratado de agricultura", me quedé impresionado y pensé de la casualidad que dicho libro cayera en mis manos, con lo que a mi me gusta la agricultura. Su autor  es el poeta y erudito musulmán Ibn Luyun.

En el libro su autor comenta en verso todos los aspectos relacionados con los cultivos de su época. Describe en un lenguaje claro y sencillo cómo preparar la tierra, cómo seleccionar las semillas, los diferentes requerimientos y labores que requiere cada especie y hasta cómo ha de realizarse la conservación de los frutos.

Escribe con sus palabras que las cosas necesarias para los cultivos -por eso les llama "pilares"- son cuatro: las tierras, las aguas, los abonos y las labores. Dichos elementos son los principios en los que debe basarse toda actividad agrícola.
Pues siguiendo a nuestro sabio autor almeriense, maestro del polígrafo lojeño Ibn al-Jatib, el cual le transmitió también sus conocimientos al famoso historiador Ibn Jaldun, yo he comenzado con el primer paso que no es otro que el de preparar la tierra y dotarla de todos sus nutrientes para que las plantas que allí sembremos no carezcan de nada.

Al no usar herbicidas le di, tras los golpes de lluvia que hemos tenido por nuestra tierra entre enero y febrero, en un par de ocasiones un buen arado con el rotavator, de esa manera eliminaba la mayor cantidad de hierbas que pudieran surgir más tarde. En el último arado esparcí sobre la tierra el estiércol que tenía almacenado de mis gallinas con lo que le aporté a la tierra de una base rica en nitrógeno.
A continuación surqué la tierra y separé, en tramos cortos, las distintas paratas donde iban a ir plantadas las hortalizas.

Después de muchos años, solamente suelo cultivar los productos más apreciado y que se consume con abundancia en la casa: tomates, de tres variedades, montserrat, morenos y cherrys; pimientos italianos, del piquillo, del Padrón y guindillas vascas; berenjenas listadas, las moradas; calabacines y zapallitos de tronco.

Las primeras plantitas las puse en febrero y, antes de plantarlas, suelo hacer un pequeño hoyo, que lo cubro de agua, y después colocar la planta y regarla inmediatamente.

En los días siguientes suelo regar la plantitas hasta que percibo que han agarrado y después espacio los riegos hasta que veo que vuelven a necesitar agua.

A cabo de un mes aproximadamente se ven que las plantas han tomado tierra y han empezado a crecer, en ese momento les echo junto a las raíces un buen aporte de estiércol de caballo curado, se lo escardo y se le doy un riego abundante a todas las plantas. A la semana se le ve el estirón que han pegado.

Como ya sabemos, casi a diario, hemos de seguir el crecimiento de las plantas y realizarles a cada una de ellas las labores (como decía Ibn Luyun) que precisan: hay que destallar los tomates por debajo de 50 cm., a los pimientos también hay que quitarle los brotes que salen por debajo de la cruz, hay que clocar las cañas a los tomates, para que una ráfaga de viento no los tumbe y los pueda partir, pero lo más importante en estos momentos es mantener la tierra libre de hierbas, oxigenada y húmeda con escardas frecuentes.

Al principio del huerto he sembrado un puñado de patatas que me sobraron.

En estos primeros días de abril la huerta está preciosa. Todas las plantitas han agarrado y su desarrollo es extraordinario, de hecho ya tengo algunos tomates cherrys cuajados.

En mayo plantaré pimientos tardíos donde ahora tengo las cebolletas, de esa manera me aseguro la cosecha hasta diciembre o enero.

Quiero comentar también que al final de este bancal del huerto, sobre un talud me nacieron sierpes de almendro y las he injertado de dos variedades de ciruelo, Claudia y amarilla. Todos los injerto me han agarrado y llevan un buen desarrollo.