Se cumplieron todos los pronósticos y la cosecha de patatas ha sido más bien mala. Finalmente he sacado 3 cajas y de tamaño mediano-pequeño.
No estoy satisfecho en absoluto, no ya por el tiempo y trabajo que les he echado (que tampoco ha sido tanto) sino porque las patatas es mi cultivo favorito y me siento frustrado cuando me ocurren estas cosas.
Considero que las causas de tal fracaso pueden ser, por un lado provocadas por el tiempo que hemos tenido y, por otro, por el lugar donde se han sembrado.
Nuestra zona, al estar tan próxima al mar, posee un porcentaje de humedad elevado, que se acentúa en otoño, invierno y principios de primavera. Esta humedad, cuando cae la tarde y durante la noche, favorece el rocío con lo que las plantas se ponen chorreando. Es precisamente ese agua en hojas y tallos la que favorece el desarrollo de enfermedades como el mildiu, con lo que si no se trata profusamente terminamos perdiendo la cosecha.
Por otro lado, la hoya, lugar donde he sembrado las patatas, es buena zona para sembrar el huerto de verano porque la humedad ambiental ya no afecta tanto y la tierra es muy buena. Sin embargo, en las estaciones más húmedas, al ser una zona abrigada y rodeada de árboles, la humedad se fija, aún más si cabe, con lo que son más susceptibles las plantas de padecer enfermedades. Ya me ocurrió el año pasado con las habas y este año con las patatas.
Los bancales, al estar más aireados, la humedad no se fija tanto en las plantas como en la hoya, con lo que limitamos las posibilidades de que se desarrollen determinadas enfermedades.
Como conclusión diremos que durante el otoño y el invierno se sembrarán las plantas en los bancales y en primavera podremos sembrar en la hoya el huerto que se desarrollará en verano. De esta manera obtendremos mejor producción y evitaremos enfermedades y tratamientos sobre las plantas.
Por cierto. sabe alguien qué tipo de hongo es este. ¿Es comestible?, tengo unos cuantos en la hoya, debajo de los chirimoyos.