El mes de abril nos va a dejar lloviendo.
Es una sensación extraña, pero ahora que lo pienso, recuerdo que desde pequeño me quedaba muy atento observando aquellos mapas, en blanco y negro, que nos explicaba el, ya ausente y admirable, Mariano Medina.
"El Tiempo" del Telediario, era el momento en que las conversaciones se aparcaban, es psssiii, generalmente del pater familia, con la mano a media altura, mandando silencio y la vista puesta en aquella caja mágica, nos mostraba aquellos mapas del tiempo tan singulares, luego vinieron las fotografías del satélite y, mucho más tarde, las evoluciones climatológicas. ¡Que círculos de isobaras!, ¡que líneas de frentes asociados dibujados a mano alzada! y, para no variar, lluvia por Galicia y por el Mediterráneo El Lorenzo, que es como se decía antes de que se utilizara la moderna expresión del "huevo frito".
Recuerdo que el pobre Mariano solía equivocarse con frecuencia, incluso se acuñó la expresión: "eres como el tío del tiempo, no aciertas ni una".
Recuerdo que el pobre Mariano solía equivocarse con frecuencia, incluso se acuñó la expresión: "eres como el tío del tiempo, no aciertas ni una".
Hoy día han cambiado mucho las predicciones meteorológicas; ya sí que suelen atinar con el pronóstico. Así, que si dicen que hasta el lunes, día 2 de mayo, hay posibilidades de que llueva por nuestra zona es muy probable que lo haga.
Siguiendo con el mapa del tiempo, es posible que mi afición a los mapas venga de aquella época del blanco y negro, aunque creo que la magia que producía el hombre del tiempo contagiaba a todos los televidentes, era el momento de más audiencia televisiva.
Recuerdo con mucho cariño aún, mi periplo educativo por San Agustín, en Granada; cuando empezaba con los mapas, a todos los alumnos se les metía el pellizco en el estómago, ya sabían que les tocaba aprenderse las cordilleras, ríos, cabos golfos... también las capitales, etc. de todos los continentes del mundo. Esos sí que salían sabiendo donde estaba el estrecho de Bering, el cabo Matapán o el golfo de Bengala, no como los que tengo hoy día, que mejor no hablar. Cuando les hacía el examen con un mapa mudo para que lo rellenasen, pocos eran los que fallaban.
Siguiendo con el mapa del tiempo, es posible que mi afición a los mapas venga de aquella época del blanco y negro, aunque creo que la magia que producía el hombre del tiempo contagiaba a todos los televidentes, era el momento de más audiencia televisiva.
Recuerdo con mucho cariño aún, mi periplo educativo por San Agustín, en Granada; cuando empezaba con los mapas, a todos los alumnos se les metía el pellizco en el estómago, ya sabían que les tocaba aprenderse las cordilleras, ríos, cabos golfos... también las capitales, etc. de todos los continentes del mundo. Esos sí que salían sabiendo donde estaba el estrecho de Bering, el cabo Matapán o el golfo de Bengala, no como los que tengo hoy día, que mejor no hablar. Cuando les hacía el examen con un mapa mudo para que lo rellenasen, pocos eran los que fallaban.
Hablando del tema, un día vinieron los padres de una alumna, en plan guerrillero (aunque sea casualidad, él pertenecía al grupo de Operaciones Especiales del ejército), porque no había manera de encontrar algunos datos que les había mandado en un mapa; me preguntaban que ¿de dónde había buscado tantos cabos?, que había golfos que no existían o que no venían en su atlas, etc. Fue una conversación, a pesar de lo que se pudiera pensar, muy educada y agradable y, desde aquel instante, comenzamos una amistad que ha perdurado hasta el día de hoy. Me acompañaron a viajes, a acampadas, han estado en todos los acontecimientos importantes de mi vida. Siempre que los he necesitado han estado disponibles, les tengo mucho que agradecer. Aún hoy nos seguimos llamando y ya su hija María Marcos (la de los mapas) está esperando un bebé.
Pero bueno, a lo que íbamos, cuando esta mañana me levanté ya estaba lloviendo en nuestra Costa Tropical. Lo ha estado haciendo de forma constante y suave hasta las 4 de la tarde. En el cortijo hemos recogido 21 l/m2 . Lluvias muy bienvenidas y, en esta época ya, poco frecuentes y habituales.
Como siempre que llueve suelo dar un paseo por la finca, ya se sabe que con la tierra muy húmeda no podemos trabajar. He observado cómo los mangos están cuajando, las flores del granado se están abriendo y el trompetero está espectacular.
Los pimientos se han movido hoy poco, pero ya se va apreciando la diferencia de altura entre una planta y otra.
Los pimientos se han movido hoy poco, pero ya se va apreciando la diferencia de altura entre una planta y otra.