AMANTES DEL CAMPO

viernes, 29 de abril de 2011

LLUVIAS EN ABRIL


El mes de abril nos va a dejar lloviendo.

Es una sensación extraña, pero ahora que lo pienso, recuerdo que desde pequeño me quedaba muy atento observando aquellos mapas, en blanco y negro, que nos explicaba el, ya ausente y admirable, Mariano  Medina.

"El Tiempo" del Telediario, era el momento en que las conversaciones se aparcaban, es psssiii, generalmente del pater familia, con la mano a media altura, mandando silencio y la vista puesta en aquella caja mágica, nos mostraba aquellos mapas del tiempo tan singulares, luego vinieron las fotografías del satélite y, mucho más tarde, las evoluciones climatológicas. ¡Que círculos de isobaras!, ¡que líneas de frentes asociados dibujados a mano alzada! y, para no variar, lluvia por Galicia y por el Mediterráneo El Lorenzo, que es como se decía antes de que se utilizara la moderna expresión del "huevo frito".

Recuerdo que el pobre Mariano solía equivocarse con frecuencia, incluso se acuñó la expresión: "eres como el tío del tiempo, no aciertas ni una".


Hoy día han cambiado mucho las predicciones meteorológicas; ya sí que suelen atinar con el pronóstico. Así, que si dicen que hasta el lunes, día 2 de mayo, hay posibilidades de que llueva por nuestra zona es muy probable que lo haga.

Siguiendo con el mapa del tiempo, es posible que mi afición a los mapas venga de aquella época del blanco y negro, aunque creo que la magia que producía el hombre del tiempo contagiaba a todos los televidentes, era el momento de más audiencia televisiva.

Recuerdo con mucho cariño aún, mi periplo educativo por San Agustín, en Granada; cuando empezaba con los mapas, a todos los alumnos se les metía el pellizco en el estómago, ya sabían que les tocaba aprenderse las cordilleras, ríos, cabos golfos... también las capitales, etc. de todos los continentes del mundo. Esos sí que salían sabiendo donde estaba el estrecho de Bering, el cabo Matapán o el golfo de Bengala, no como los que tengo hoy día, que mejor no hablar. Cuando les hacía el examen con un mapa mudo para que lo rellenasen, pocos eran los que fallaban.


Hablando del tema, un día vinieron los padres de una alumna, en plan guerrillero (aunque sea casualidad, él pertenecía al grupo de Operaciones Especiales del ejército),  porque no había manera de encontrar algunos datos que les había mandado en un mapa; me preguntaban que ¿de dónde había buscado tantos cabos?, que había golfos que no existían o que no venían en su atlas, etc. Fue una conversación, a pesar de lo que se pudiera pensar, muy educada y agradable y, desde aquel instante, comenzamos una amistad que ha perdurado hasta el día de hoy. Me acompañaron a viajes, a acampadas, han estado en todos los acontecimientos importantes de mi vida. Siempre que los he necesitado han estado disponibles, les tengo mucho que agradecer. Aún hoy nos seguimos llamando y ya su hija María Marcos (la de los mapas) está esperando un bebé.



Pero bueno, a lo que íbamos, cuando esta mañana me levanté ya estaba lloviendo en nuestra Costa Tropical. Lo ha estado haciendo de forma constante y suave hasta las 4 de la tarde. En el cortijo hemos recogido 21 l/m2 . Lluvias muy bienvenidas y, en esta época ya, poco frecuentes y habituales.


Como siempre que llueve suelo dar un paseo por la finca, ya se sabe que con la tierra muy húmeda no podemos trabajar.  He observado cómo los mangos están cuajando, las flores del granado se están abriendo y el trompetero está espectacular.

Los pimientos se han movido hoy poco, pero ya se va apreciando la diferencia de altura entre una planta y otra.


jueves, 28 de abril de 2011

TÉCNICAS DEL CULTIVO DEL PIMIENTO: COMPARACIÓN

A partir de hoy voy a hacer un seguimiento especial de los pimientos. Iremos viendo como evolucionan las matas de pimientos cultivadas por dos técnicas de cultivo diferentes.

Hoy, por lo pronto, ya he notado, después de tan solo 24 horas, que la mata de pimientos de 4 brazos ha crecido un poco y las guías se han levantado; ya está más grade que su compañera, la que se va a cultivar por la "técnica de multitallo" (ya la he bautizado), que apenas se ha movido.



DESTALLAR LOS PIMIENTOS



Como ya sabéis, a los pimientos hay quitarles todos los brotes que surgen en el tallo principal, en las axilas de las hojas y por debajo de la cruz, dejando el tronco limpio. A partir de la cruz el pimiento suele abrirse formando, algunas veces 2, pero normalmente de 3 a 5 tallos. Justo en el vértice de la cruz el pimiento echa la primera flor (a veces echa más de una), estos pimientos, por tanto, son los primeros que cuajan en la planta.


Los brazos del pimiento crecen, en diagonal y hacia arriba (en función también del peso que soportan), por tramos. Al final de cada tramo los tallos se vuelven a abrir en brazos secundarios, echando nuevas flores en los nuevos ángulos que se han  formado y así sucesivamente, con lo que el porcentaje de frutos que echa una planta aumenta en función de los tramos que crezcan. Cuando la planta agota su ciclo vital deja de echar nuevos tallos, paralizándose también, por tanto, su producción. Normalmente los primeros pimientos suelen ser los de mejor calidad y tamaño ya que todos los nutrientes de la planta son absorbidos por un número reducido de frutos, cuantos más pimientos haya a menos tocan.

El amigo VIÑALARGA me sugirió que, en algunas plantas, probara a quitarles también los tallos secundarios que surgen de los brazos principales de la mata, de tal manera que siempre se quede una línea de crecimiento en cada brazo. Esta práctica nunca la he hecho aunque se que suele ser habitual en los invernaderos. Por mi parte me intriga ver el resultado del experimento en mi hortaliza, con lo que he seleccionado dos plantas de los pimientos primeros, que están al principio de la plantación y ya veremos a ver como funciona la cosa.



Llevaré un control exhaustivo entres las plantas seleccionadas y las inmediatamente compañeras para comprobar cómo se comportan en cuanto a rendimiento y a calidad de su frutos, ya os iré contando. Si me da buen resultado ampliaré el experimento a los pimientos segundos, que tienen un marco de plantación mucho mayor que los primeros. Esto lo digo porque, con este método, supongo que los tallos que le crezcan a los pimientos serán mucho más largos que con el otro y, por tanto, necesitarán más espacio.


Después estuve azufrando los pimientos, los tomates, los calabacines y las parras. También le eché cobre a los mangos.

Finalmente limpié la hierba que había entre la higuera del segundo bancal y los mangos grandes. En ese espacio están sembradas las alcachofas que, por cierto, al haber terminado su producción, las segué y brotarán el años que viene; un peral, algunas acelgas y dos plantas de guindillas. Justamente en estas últimas vi un ejemplar de camaleón joven, probablemente sea de la hornada de este año.






lunes, 25 de abril de 2011

FLOR DE LOS MANGOS

Los mangos pequeños de dos años han brotado con mucha flor. Yo no suelo dejarles ningún fruto hasta el tercer o cuarto año, según lo fuerte que se vea el árbol. En árboles jóvenes, si les dejas fruta, la mayor parte de la salud del árbol va hacia el fruto y no desarrolla madera, que es lo que interesa al principio. Se han dado casos de dejarle mucha fruta el primer año y quedar el árbol exhausto, "arruinao" como se dice por aquí, no recuperándose nunca.

Es conveniente no quitarle la flor al mango inmediatamente que brota, debido a que volvería a echar otra, con el desgaste que le supondría al árbol. Hay que dejarles los manojos de flores que salgan y cuando ya empiezan a cuajar hay que ir quitándosela.

Ocurre también que la flor del mango es muy pesada y, si queremos tener un árbol bien formado desde el principio, debemos quitarle peso para que las ramas no se doblen en exceso hacia abajo. Así que, eliminaremos la mayor parte de las flores para aligerar las incipientes ramas del mango. También propiciaremos con ello que salgan pronto y con más fuerza los brotes siguientes.

ESCARDAR Y DESTALLAR LOS PIMIENTOS


Los pimientos han entrado en una nueva fase. Los cuidados que precisan de ahora en adelante son tres: azufrar, regar y escardar.








Se deben de pulverizar con azufre y cobre aproximadamente cada dos semanas. Por su parte los riegos no han de ser muy frecuentes mientras tengamos temperaturas suaves, con una vez a la semana que se rieguen tienen suficiente; eso si, tenemos que tener en cuenta que ya están cuajando las primeras flores y ya se ven algunos pimientos en las matas, con lo que no deben de faltarles agua. Más adelante, cuando el calor apriete, los riegos serán más frecuentes.





 Finalmente procuraremos escardar la tierra cuando esta lo permita. Yo suelo hacerlo a los tres días aproximadamente de haberlos regado. Con la escarda controlas, por un lado, las malas hierbas que nazcan; por otro, oxigenamos la tierra y, también importante, deshacemos la costra dura que se forma en la superficie eliminando las posibles grietas por donde perdería humedad la tierra.




Otra precaución que debemos de tener en cuenta es la de destallarlos; osea, quitarle los tallos que broten en las axilas de las hojas debajo de la cruz del pimiento. Observar en las fotos el antes y el después del destalle.

domingo, 24 de abril de 2011

REGRESO DE VACACIONES DE SEMANA SANTA




Tras unos días de descanso; bueno, de agotador descanso regresamos ¡por fin! a la casa, no sin comprobar que el volumen abdominal había superado un nuevo eslabón en el cinturón,  ya de por sí largo y estirado. Aunque la verdad sea dicha, estos días nos vienen bien a todos, sobre todo porque se disfruta de lo más importante que hay en la vida, que es la familia.

Nada más llegar al cortijo observé que el pluviómetro tenía 15 l/m2Lo instalé el miércoles; osea, que contando los 5 que habían caído la noche del lunes al martes, han caído en total 20 litros esta Semana Santa.

La tierra estaba húmeda, yo venía sin muchas ganas de trabajar, así que solamente dí un paseo y comprobé el estado del huerto y de los animales.

Los pimientos primeros siguen creciendo con una fuerza extraordinaria. Ya hay muchos frutos cuajados y las flores se multiplican por todas las plantas. Esta semana que viene los escardaré para quitarles las hierbecillas que tenga y para homogeneizar la tierra, ya que con el riego que le dí la semana pasada han salido algunas grietas en los surcos y hay que escardarlas para evitar que se pierda por ellas la humedad.

Por su parte, los tomates, siguen también un buen desarrollo, todavía no ha hecho aparición la temida Tuta. En los próximos días les colocaré (solamente a los tomates de ensalada, que tienen las matas más desarrollo que los de pera) unas cañas horizontales, aproximadamente a una altura de 80 cm., para ir atando las dos guías que les he dejado. Cuando el riesgo de precipitaciones termine, también tendré que azufrarlos de nuevo ya que esta semana se han lavado con las lluvias que han caído. También les daré un raspadillo suave a la tierra para quitarles las malas hierbas que han salido.

El resto del huerto hay que escardarlo porque le están saliendo muchas malas hierbas, así que la escardilla va a tener en los próximos días bastante trabajo.

Las gallinas han sobrevivido perfectamente estos cuatro días. Cuando levanté la tapa del ponedero, no cabía ni un huevo más, no daba abasto de coger huevos, en total había 2 docenas. No calculé bien la comida que les eché para estos días y los comederos estaban limpios, aunque ya se sabe que estos animales suelen tirar parte de ella, en su afán de escoger el mejor grano, al suelo y luego se lo vuelven a comer.

Al echarles comida estaban un tanto desesperadas. Para compensarles les eché ración doble. Las gallinas aguantan sin comer bastante tiempo; ellas escarban y siempre encuentran algo, lo que no debe faltarles nunca es el agua.


Por esta época geranios, gazanias, rosas, etc. están en flor. El porche del cortijo rebosa alegría y color. De momento los pulgones, como padece nuestro amigo VIÑALARGA, están medio controlados; suelo frotar suavemente las plantas invadidas con una esponja y agua con jabón de sosa disuelto y, durante una temporada, se mantienen limpias y saludables.

martes, 19 de abril de 2011

RIEGO DE LOS PIMIENTOS

En los pimientos primeros están cuajando las primeras flores y, aunque todavía la tierra tiene humedad, he decidido, por fin, regarlos. Han pasado dos mese y un día desde que los sembré y hasta hoy no los había regado.

Las matas se ven sanas y fuertes. Cuando pasen unos días escardaré la tierra y, según se vaya viendo iremos regando y escardando. Calculo que para mediados de mayo estaremos cogiendo los primeros pimientos.


De camino que regaba los pimientos, le he metido el agua también al resto de la hortaliza. El maíz lo he regado por la mañana, siguiendo el ejemplo de mi amigo Antonio (ya sabéis al maíz por la mañana y a la mujer por la noche). También he regado los aguacates.
Al granado le habían salido muchos brotes del suelo, cerca del tronco. Lo he limpiado y le he arreglado un poco el alcorque.  También es conveniente quitarle los brotes que salgan por debajo de la cruz. En estos momentos está con mucho follaje y tiene las ramas dobladas del peso que soportan, también le he visto las primeras flores.





Esta noche han caído 5 l/m2, se espera una Semana Santa húmeda, sobre todo la segunda mitad. ¡Ya verás las lagrimas de los penitentes! 

viernes, 15 de abril de 2011

RECOLECCIÓN DE NÍSPORAS

Por esta época la cosecha de la níspora está en su máximo apogeo en nuestra comarca. Almuñécar y los pueblos vecinos de Jete y, sobre todo, Otívar, están en plana campaña de la níspora.

La recolección de la níspora ha de hacerse obligatoriamente a mano, tratando el fruto con muchísima suavidad y cariño. Hay que evitar tocar la níspora en cualquier momento de su recogida ya que cualquier roce o presión que se haga sobre la misma provoca que le salga una mancha y pierda todo el valor comercial.

Se debe coger el fruto por el pedúnculo, por el tallo que lo une al ramo de flores, y depositarlo sobre un cubo con el máximo cuidado, sin tirarlo de golpe. Después se toma el fruto por el tallo y se corta el mismo, dejándolo caer en la caja que servirá de envase definitivo. Finalmente, con mucha suavidad, se colocan los frutos de forma ordenada en dicha caja, procurando mostrar la cara más limpia a la vista del consumidor.

Como podéis comprender, debido a todo este ritual, la mano de obra es abundante y se lleva casi la mitad de los beneficios del níspero, pero suele compensar debido a que, al ser esta zona muy temprana, el precio suele ser bueno.

Una compañera de mis hijos es de Otivar, le dicen "La Oti", y comenta que valoran las cosas en función del valor de las cajas de nísporas. Dice, por ejemplo, esa cámara de fotos vale 4 cubos de nísporas o aquel pantalón cuesta 7 cubos de nísporas.

Yo tengo 9 plantas, de las cuales 3 son las únicas que cuido. El resto las mantengo y apenas le dispenso cuidados. En la casa solo yo las consumo y la familia cuando vamos a Granada. Bueno, pero en mi casa ocurre algo muy peculiar, si llevo nísporas dicen que si no hay ciruelas; si llevo bananas, que si no hay guayabas; si llevo lechuga, que por qué no siembro canónigos, etc.

Hoy he cogido una pocas habas para llevar a la familia de Granada, seguro que la madre de mi compañera Lola las mirará con ceño circunflejo.

jueves, 14 de abril de 2011

CIRUELOS EN PIE DE ALMENDRO

Antes de que se introdujeran los subtropicales en la comarca de la Costa Tropical, las laderas de la Sierra de la Almijara y sus estribaciones más meridionales (muchas de ellas vienen a morir a la misma costa, formando acantilados y calas paradisiacas), estaban sembradas de almendros, olivos, viñas y, según la época del año, de todo tipo de hortalizas: tomates, habichuelas, habas, hasta trigo y cebada. Sin embargo, en la vega encontrábamos  el monocultivo de la caña de azúcar.

Nuestro cortijo se encuentra situado en una de esas laderas que miran al Sur, con la alfombra verde, pero ya de chirimoyos, bajo nuestros pies y que se pierde en el mar de fondo. En él se conservan algunos almendros y olivos, probablemente de la época de la que estamos hablando.

Cuando hicimos los bancales, algunos de estos árboles se quedaron en los taludes. Son almendros con  troncos formidables y, que sin duda, habrán visto pasar a muchas generaciones por estas tierras.


Con tres árboles, de los que dan al camino, tenemos almendras para todo el año, incluso, para regalar. El resto, que están dispersos en los taludes de los bancales, los estoy injertando de ciruelos de diferentes variedades, desde las más tempranas a las más tardías. El pie de almendro es muy resistente, no hay que regarlo ni dispensarle cuidados especiales y gracias a que poseen un gran sistema radicular surten a la planta de todas sus necesidades.


Hace once años injerté dos ciruelos, uno en el bancal de encima del cortijo, de ciruela negra, pequeña, pero muy sabrosa. Este árbol está hoy día perfectamente formado y es muy productivo. El otro que injerté estaba en el segundo bancal, era de ciruela amarilla, pero tenía poca producción y, sin causa aparente,  se secó no ya del injerto, sino de la raíz a la copa.


Este año, el día 16 de febrero (por cierto; mientras injertábamos nos cayó un chaparrón que nos pusimos empapados), injerté cinco almendros de diferentes variedades. He escuchado que no es bueno injertar mientras está lloviendo, que no agarran los injertos. Pero, se ve nosotros tuvimos suerte porque todos los injertos agarraron y hoy día presentan un aspecto formidable.


¡Ah! Ayer miércoles terminamos la base del muro hasta el final. Ya solamente queda sacar el nivel y, con las probetas, en cuatro ratos hemos terminado.

Las habas segundas están cargadas de fruto, mañana cogeremos unas cuantas cajas para llevar a la familia.

He regado la huerta y los árboles que tienen goteo. Los mangos, con el calorcito, están creciendo bastante, ahora en esos brotes nuevos hay que aplicarles azufre y cobre.

miércoles, 13 de abril de 2011

LAS VUELTAS QUE DA LA VIDA


Cuando uno entra en los cincuenta (bueno, y desde un poco antes también) se va experimentando una sensación extraña en tu inconsciente. Sientes que existe algo que se te va escapando de las manos, que ya no lo tienes todo bajo control, como si alguien te estuviera apretando con su puño la boca del estómago y no pudieras rebajar la presión. Eres consciente de que esa angustia te supera, que te gana la batalla y que algún día te ha de vencer.



Al mismo tiempo y de forma paralela, comienzas a apreciar otros hechos que antes pasaban desapercibidos en tu vida. Valoras más el tiempo y las cosas que te rodean van tomando un nuevo sentido en tu vida.


Eres más reflexivo, aprendes a que no todo es blanco o negro y, sobre todo, si compartes tu vida, te das cuenta que eso del "yo" se acabó. Vas asumiendo que es más importante dar más que recibir, aunque, paradójicamente, resulta que cuanto más das más recibes y terminas por descubrir que el que todo lo da recibe más que nadie.



Quizá sea por ello, que uno empieza a valorar más cada minuto que pasa, cada ocasión que surge y todo aquello que te rodea.


Hace 17 años que me destinaron a Almuñécar y en este tiempo mi vida ha experimentado su mayor cambio: los hijos, el piso, la estabilidad...y, aunque parezca mentira, también ha sido y sigue siendo la mejor época de lo hasta ahora llevo vivida.



Yo era un chico de ciudad, me crié en Granada, estudié en Granada y allí fue donde hice mis primeros pinitos. Al campo iba, pero de excursión; por cierto, me encantaba. Mi madre siempre nos ha inculcado un amor muy especial por la Naturaleza. Pero eso de cultivar, de sembrar, de labrar la tierra me causaba un respeto tremendo, me resultaba tan mágico ver crecer las plantas, coger sus frutos. Es posible que, desde mi más temprana infancia, existiera una especial sintonía entre mi mundo y la Naturaleza (ahora estoy totalmente convencido).


El único campo de labor que conocía era el de mis tíos y abuelos. Recuerdo cuando mi abuelo Pepe nos metía caramelos en los nidos de la finca de Alancón y cómo los primos competíamos por descubrir dónde estaba el tesoro.


También, junto al piso de Granada, teníamos la Huerta de San Vicente, la casa de Federico García Lorca. Nosotros lo llamábamos "El Campillo" (el campo de los baches), porque allí jugábamos  nuestros partidillos de fútbol. En los descansos, cogíamos las moras de los zarzales que se criaban junto a la acequia y, otras veces, nos subíamos a las higueras a comernos los higos. También, y aunque esté feo decirlo, algunas tardes acechábamos al hombre que labraba la huerta y cuando se iba nos metíamos en las habas para quitarle un puñado. Del miedo que nos daba, cuando pillábamos unas pocas, salíamos huyendo y hacíamos mas daño al correr que al hurtar. Después estábamos unos días sin ir al campillo, por si nos buscaba el dueño de las habas.


Lo que jamás  había imaginado era que algún día sería propietario de un cortijo, de un trozo de tierra, de tener un espacio para cultivar. Y, mira por donde, por esas carambolas que ocurren en la vida, me veo convertido en un cortijero, enganchado a la tierra más, si acaso, que a mi propia profesión.

martes, 12 de abril de 2011

SEGUIMOS CON EL MURO DEL LIMONERO


Esta tarde hemos seguido con el muro del limonero.


Yo he trabajado de peón y Silvio de maestro albañil. Le alargaba la mezcla, piedras y le he ido acercando las primeras probetas, para cuando hagan falta. Ya, nos quedan un par de metros para llegar al otro extremo.

En los claros que tenía, he escardado los segundos pimientos. Todas las plantas menos una han agarrado y se las ve fuertes y sanas. Una vez escardadas dejaré de regarlas mientras la tierra tenga humedad, siguiendo el mismo proceso que con los pimientos primeros. Ya sabéis, de esta manera la planta desarrolla raíces profundas buscando la humedad y se hacen fuertes y duraderas.

Por su parte los pimientos primeros siguen creciendo día a día, al igual que los tomates.

domingo, 10 de abril de 2011

EL MURO DEL LIMONERO


Con la llegada de Silvio hemos retomado la mezcla y las reformas.


Hoy, con la ayuda inestimable (y la juventud y empuje) del primo Víctor, hemos terminado de abrir el surco que hay junto al limonero, con la intención de levantar un muro y ampliar el porche por la parte de acceso al cortijo (por el Este).

Hemos comenzado por la parte que pega al cortijo, la altura que tendrá cuando se acabe será de 1'20 m. La base la haremos de unos 60 cm. de ancho, con piedras; el resto, lo levantaremos con probetas.

Al caer la tarde la sombra del cortijo y la del mismo limonero cae sobre esta zona, quedando un espacio fresquito y ventilado. Mi intención es la de colocar una mesa con unas sillas entre el limonero y los cipreses. Según vayamos terminando  iremos viendo lo que queda mejor.

El hecho de coger la pala y la hormigonera no supone que descuide el huerto y las plantas. Ya estoy regando los árboles con el goteo, pero como todavía no hace mucho calor, de momento, lo he programado para que riegue 1 hora, cada dos días.



Los pimientos y los tomates están tremendos, los he vuelto a sulfatar con azufre y cobre. También azufré los mangos, los calabacines, las parras y el resto de la hortaliza, como me dijo VIÑALARGA, que era bueno para todo. ¡Ah!, por cierto, el maíz ya ha empezado a salir (a los 5 días).

A los pollitos les he quitado la separación y ya comparten todo el gallinero con sus congéneres. Durante el periodo que han estado separados, las demás gallinas los podían ver a través de la tela metálica, con lo que se han acostumbrado a su presencia y, cuando los junté, los seguían observando indiferentes y sin el más mínimo interés.


Los mirlos han abandonado  el nido. Algunos años he observado que los vuelven a reutilizar, estaré pendiente.

Sabéis cuál es el síndrome del "nido vacío". Si alguien lo quiere saber, que se lo pregunten a Sensi, ella lo está padeciendo.