
Debido a las abundantes lluvias que hemos tenido estos dos años anteriores los acuíferos de la Costa Tropical granadina están totalmente llenos, los pozos poseen un nivel máximo y por ríos y acequias de la comarca circula el agua de forma continuada, no es que sobre, pero que faltar, no falta.

Por tanto, desde finales de noviembre hasta finales de enero hemos tenido que estar regando el huerto y los árboles (sobre todo los aguacates Hass que todavía no los hemos recogido).
Ayer recogimos 20 l/ m2, es ya una cantidad apreciable por lo que fueron muy bien recibidas y, como he comentado antes, algo inesperadas.
En estos días atrás hablando con mi madre sobre el tiempo que llevábamos sin llover, me decía que no perdiera la esperanza, que ya llovería, que "había que tener fe" y de nuevo se le va el pensamiento con su padre (el abuelito Pepe) que siempre decía lo mismo, qué pasión tenían todos por el abuelito Pepe.

Cuando llegué al cortijo lo primero que hice fue ir a ver las habas. Estaban estupendas, ya se ven con mayor claridad las vainas (algunas miden ya unos 10 cm.) y he observado satisfactoriamente cómo están cuajando todas las flores de abajo hacia arriba. En algunas matas he contado hasta 6 habas cuajadas. Este año se están adelantando mucho debido a la templanza que hemos tenido en estos meses de diciembre y enero. Ya mismo las estamos catando.

El resto del huerto ha agradecido también las benditas lluvias y todo está con un aspecto inmejorable. Las lechugas 1ªs están sabrosísimas y van quedando ya pocas. Los brócolis están ya como puños de grandes; en fin, todo está perfecto.
Pero había que hacer algo y la mañana se nos iba. Lo primero que he hecho ha sido un pequeño invernadero junto al horno, con la intención de colocar las almácigas de semillas que estoy preparando para el huerto de primavera verano. Aislé el suelo y preparé una estructura que sujetara el plástico y en un rato ya estaba terminado.
Por otro lado, he echado en agua semillas de tomates "Morados" y de "Corazón de toro" que me ha conseguido mi amigo Jorge, de Granada. También he echado en remojo semillas de "Chile" procedentes de Dallas (EEUU) que nos ha traído Manolo el del bar de enfrente de los juzgados de Motril (estuvo esta Navidad allí viendo a su hijo).
Finalmente cambié la lámpara de la habitación de la chimenea, quité la balanza y la coloqué en la habitación contigua, debajo de la horca y de la pala de aventar. La lámpara me dio un poco la lata porque no funcionaba, hasta que me di cuenta de que unos cables se habían desconectado e impedían la continuidad de la corriente.
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