Hoy le ha tocado el turno al tercer bancal. Una vez recogidas las patatas había que dejar la tierra bien labrada. Aprovechando que tenía el rotabatos arrancado he arado también desde los aguacates hasta el pozo.
En este bancal tengo, aparte de los aguacates Hass, las papayas, 2 guayabos de limón, 2 olivos, 1 aguacate Reed y cerca de 30 mangos.
Como los mangos son pequeños y todavía no dan mucha sombra, aprovecho esa tierra, que es muy buena, para sembrar productos del huerto. Así, del estiércol, de los riegos y demás labores que realizo en los cultivos, lo aprovechan también los árboles, con lo que acelero y fortalezco su crecimiento.
Cuando terminé de surcar el bancal me quedé un rato sentado observando el resultado. La tierra recién labrada es digna de ver, a mí es cuando más me gusta y más sensaciones me produce. Adquiere un tono oscuro, uniforme, ordenado. Parece que respira y que te agradece la labor hecha sobre sus carnes.
Mañana colocaré el goteo y lo conectaré para limpiar los goteros y revisar las conexiones. De aquí en adelante suelen ir escaseando las lluvias por nuestra zona, así que hay que preparar el riego.
Como se ve en la fotografía las papayas ya van madurando.
Yo el riego lo pongo con maguera sudante y para que no ebapore demasiado lo cubro con manta de plastoco negro y asi ademas no se hacen malas hiervas.
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