
En las fechas que estamos, tener una casa en la costa, supone hacer trabajos extras: recepcionista, guía turístico, acompañante del super, visitador de tascas y chiringuitos y aumentar los centímetros de la cintura. Y, por supuesto sin descuidar el campo.

Luego tuvimos la fiesta de despedida de nuestra peña del pádel, ¡casi dura 24 horas! Estos le dan bien a la pelota, pero creo que se les da aún mejor la buena mesa y la abundante bebida. Terminamos filosofando en la terraza del porche bajo un manto de estrellas y una luna casi llena.

Bueno, a lo nuestro, el campo continúa en su tónica (sin gin). Los tomates continúan produciendo en proporciones considerables al igual que los pimientos. Los calabacines ya están en su última fase, así como los tomates de pera. Por su parte las berenjenas y los pimientos segundos dan abundantes frutos y, con lo que respecta a los frutales, seguimos cogiendo papayas, los mangos Osteen están a punto de caramelo y para agosto probablemente los cogeré.

Casi todos los días cojo unos cuantos aguacates para tener en la casa, también mandamos una caja (20 kg.) para La Rioja, para que no les falten estos meses venideros. Habéis de saber que el aguacate en la nevera (no en el congelador) se conserva perfectamente y cuando los sacas madura poco a poco manteniendo todo su sabor.
Por supuesto los riegos no les han faltado a las plantas y hasta hemos quitado también algunas hierbas de la huerta.
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