Los "guayabos de limón" estaban pendientes de podarlos. El fruto que he tenido este año ha sido abundante, pero no estoy muy contento con la calidad del mismo.
Cada vez que cogía alguna guayaba, más me convencía de que a la hora de podarlos debía dejarle pocas ramas para que echara menos frutos pero de mayor calidad.
Con esa intención, esta mañana, cogí las tijeras y el serrucho y he dejado la planta clarica de ramas y recortada, para tener acceso al fruto sin que usemos ningún mecanismo.
Como los guayabos están a continuación de los aguacates y las esponjas están enredadas en las ramas de los mismos, observé que la piel de las esponjas ya estaban por algunos lados tomando un color parduzco, con lo que todas aquellas que tenía a mano las he recogido. Quedan más en las partes altas de los aguacates, que ya las cogeré más adelante.
Ahora lo que hay que hacer con éstas es secarlas al sol, pero al cobijo del relente nocturno, hasta que se sequen del todo y adquieran un tono marrón.
Ayer tuve el gusto de conocer personalmente a Jorge, buen técnico y mejor persona, actualmente residente en El Ejido aunque oriundo de Almuñecar. Es dueño de una finca vecina a la tuya y, según él, su cortijo aparece en alguna de tus fotos del puente de la autovía.
ResponderEliminarTengo que decirte que tus vecinos tienen muy buen concepto de tí y además sigue con asiduidad este blog y también participa el Homo Agrícola y More than a grower.
Yo no tengo el gusto de conocer a Jorge, espero coincidir algún día con él. Si que tiene una finca extraordinaria al Este de nuestro Cortijo. Es una ladera que se extendía desde la creta de la montaña hasta el barranco de Ítrabo. Todavía la recuerdo plantada de aguacates, era de las mejores fincas de Almuñécar. Debería de tomar el testigo de su padre y volver a sembrarla, habrá que animarle.
EliminarRespecto a mi blog y mi trabajo en el campo me considero un simple aprendiz y aprendo más de vosotros y de vuestros comentarios y consejos. Gracias por todo VIÑALARGA.