AMANTES DEL CAMPO

viernes, 11 de marzo de 2011

EL HUEVO

Cuenta mi madre, que mi bisabuela Toñica "La Canuto", mujer de carácter y tronío, tenía por costumbre meterle el dedo en el culo (el de en medio, el corazón) a las gallinas, para saber las que ese día iban a poner huevos. Me cuenta también, que muchas veces no le salían las cuentas, y era, porque su marido, mi bisabuelo "Papa Che", cuando iba la gente pidiendo a la casa (esos sí que eran tiempos duros), los mandaba por la puerta falsa, como ellos la llamaban -la puerta de atrás, la del corral y las cuadras- y sin que mi bisabuela se enterara, les daba los huevos que ponían las gallinas. Luego cuando  ella realizaba la recolecta y veía que no le salían las cuentas, decía: "No puede ser, si yo he contado 20, cómo puede haber 10..." y él le contestaba: "Toñica, mujer, se los comerán...", a lo que ella le respondía: "si se los comieran, se verían los cascarones". Mientras, Papa Che se alejaba sigilosamente, dejándola a ella pensativa y con el entrecejo fruncido.


El apodo de Canutos nos viene por el padre de mi bisabuela, que nació el día de San Canuto (19 de enero) y le pusieron de nombre Manuel Canuto. En los pueblos, aunque cada vez menos, se conoce a la gente por los apodos. Algo parecido ocurría en la mili -quién la haya hecho, como yo, lo sabe, se llama a la gente por el apellido o el nombre menos frecuente, para diferenciarlos entre la tropa- así que, a mis antepasados por parte materna nos conocen en el pueblo como "Los Canutos".

Ya he comentado en otras ocasiones que me genera gran entusiasmo el momento de recoger los huevos de las gallinas ¿será algo hereditario? bueno, bueno, vamos a dejarlo aquí. De 10 gallinas que tengo, suelo recoger diariamente entre 6 y 8 huevos. Cuando voy a levantar el ponedero me pregunto ¿cuántos huevos habrá?, regocijándome en los huevos amontonados una vez que los veo y pienso en la frustración que experimentaría mi bisabuela al ver la mitad de su cosecha. He de decir, por otro lado, que a mí, todavía, no se me ha ocurrido hacer lo del dedo.

Pienso, asimismo, en  lo mal que lo debe de pasar la gallina que pone los huevos de este calibre (son de dos yemas).

3 comentarios:

  1. La verdad es que no hay "huevos" contigo. Está hecho un blogero de c... Nos haces disfrutar con tus artículos.

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  2. Esta historia me recuerda a mi tía abuela, que también era "fan" de hacer lo del dedo... jajajajaja. Muy buena la historia y muy didáctica la explicación de la puesta. Saludos desde Peligros!!

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    1. Gracias Yuyalaura por tu comentario. Cuando pienso en esas historias me pongo un poco nostálgico, pero yo no las practico, aparte que mis gallinas están asalvajadas y no podría pillarlas para realizarles la dedotomía. Saludos.

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