El trompetero es un árbol de origen peruano y chileno, que en nuestra zona se utiliza como planta ornamental.
Se reproduce mediante esquejes y suele tener un crecimiento relativamente rápido, necesitando bastante agua para su buen desarrollo.
El árbol que tengo en el cortijo tiene 2 años y los sembré de un esqueje del que tenemos en el jardín de la nuestra plaza.
Pero hoy os quiero hablar de él, no por su belleza ni por el olor tan penetrante que transmite, sino por las propiedades psicotrópicas que tiene, tanto sus hojas como sus flores.
En España son pocos los que conocen los efectos de dicha planta, pero sí conozco personas que han perdido la conciencia durante un par de días por su consumo.
Cuando se secan las hojas del trompetero se obtiene un polvo que es insípido e inodoro, que se suele fumar, esnifar o mezclar con la bebida. Los efectos que produce son de pérdida de conciencia, somnolencia y pasividad y conformismo, anulando la voluntad y la memoria de las personas.
También hay que tener cuidado con el polen de sus flores, porque si te cae en los ojos, provoca una dilatación de la pupila que te impide ver en un par de días. Osea, que mucho ojito con el trompetero. Ver pero no tocar.
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